viernes, 27 de diciembre de 2013

Feliz Navidad!!!

Pues si, ya hemos empezado nuestra etapa de viaje colombiano. Todo empezó el domingo 22 a primerisima hora de la mañana, llegamos a la estación después de casi 1 hora de bus urbano por Quito (el cuál es una locura); allí nos peleamos por unas plazas de un autobus hacia la frontera (6 h de viaje), resultó que habían vendido 10 plazas más de la cuenta... pero el problema se solucionó añadiendo sillas de plástico en medio del pasillo y sentando a los sobrantes ahí...
Después de mil paradas, decenas de vendedores ambulantes que subían al bus y diferentes pueblos, llegamos a Tulcan, pueblo fronterizo, allí comimos y cogimos un taxi hasta la frontera. La pasamos caminando, en realidad no tenían nada que envidiar a las europeas, nada que ver con otros países sudamericanos.
Una vez pasada la colombiana, tuvimos que tomar otro taxi hacia Ipiales, pueblo fronterizo pero esta vez de Colombia; aquí hicimos una parada para ver una iglesia que estaba a unos 10 km del pueblo, vimos fotos y nos gusto mucho, pero nos parecía un tostón ir... al final nos decidimos a visitarla, y menos mal, era alucinante, era una edificación incrustada en unas piedras en un acantilado donde al parecer se apareció la virgen hace un tiempo, y las vistas de la iglesia y lo que le rodean eran alucianantes. Tomamos fotos, paseamos un ratito y nos volvimos a la estación de Ipiales a coger un bus a Pasto (ciudad donde dormiríamos 2 noches). Al llegar a la estación vimos enormes colas en todas las compañías que iban a Pasto, al parecer en estas fechas hay mucho desplazamiento en Colombia. En una de las colas conocimos a dos turistas que iban también para allí y nos comentaron la posibilidad de alquilar un taxi para llegar, no lo pensamos mucho y aceptamos... era nuestras primeras horas en Colombia, era de noche e íbamos a compartir un taxi con alguien que no conocíamos...no fue muy inteligente por nuestra parte... pero todo salió muy bien.
Pasto no tenia nada, era una ciudad pequeña, caótica y que nos sirvió para hacer la adaptación a Colombia. El primer día paseamos por la ciudad, tomamos nuestro primer cafe colombiano y vimos a una mujer que paseaba con 3 cabras por medio de la ciudad y vendía leche de dichas cabras... las ordeñaba en un vaso de plástico y se la bebían, nunca había visto nada igual... Al siguiente día volvimos a pasear un poco y Sonia estuvo estudiando unas pocas horitas en el hostal.
 
El día 24 prontito nos cogimos un bus hasta Cali. Llegamos a media tarde, lo justo para llegar al Hotel (de momento el mas bonito donde hemos estado), ducharnos, "arreglarnos" e ir a celebrar la Noche buena en la otra punta del mundo; no fue fácil, todo estaba cerrado... aquí se celebra en familia, y no son mucho de ir a restaurantes; finalmente encontramos uno que pudimos pagar (la otra opción era 100$ por persona) y cenamos una pizza con un sucedáneo de cava chileno y de postre turron (aunque sólo tenia el nombre, ya que no se parecía en nada a los de aquí, bueno a los de allí).
Al siguiente día vivimos, de momento, el mejor día del viaje. Eran las ferias de la ciudad, había un salsodromo dónde pasaban escuelas de salsas y cantantes, y todo el pueblo bailaba y bebía, nos encantó; conocimos a mucha gente, y una familia muy adinerada nos invitó a cervezas, aguardiente (bebida típica de aquí) y a comida. Fue muy divertido. Seguidamente fuimos al concierto de inauguración de la feria.

Al siguiente día, el 26 había una cabalgata con centenares de caballos, fue un desfile de ricachones y mujeres operadas. También había música, bebida y gente muy simpática, aunque nos gusto mucho, no fue lo mismo que el primer día. Esa noche viajamos a Medellín.
 
Este es el inicio de nuestra aventura colombiana, pero de momento podemos decir que la gente es alucinante, mucho más amable y servicial de lo que nos esperábamos, además de que las ciudades son mas seguras de lo que nos pensábamos (cierto es que todo el mundo nos dice: "tranquilos, no pasa nada, pero guardad la cámara, o no caminéis de noche solos, vigilad la espalda...")
 
La semana que viene volveremos a escribir sobre nuestra estancia en M
edellín y Salento (ciudad donde pasaremos el fin de año y visitaremos el Eje Cafetero).
   

2 comentarios:

  1. Gracias hijo me tranquiliza mucho que tus sensaciones sean de seguridad.
    No tanto los comentarios de los autóctonos, dime tiquismiquis .
    Que bien que viváis experiencias diferentes pero que raro se hace veros con ropa de verano y pensar que es Navidad.
    También quiero hacer constar que estáis guapísimos en las fotos y es una opinión totalmente objetiva no tengáis ninguna duda.
    Besos y ya sabéis no salir de noche solos, no dejéis......etc,etc.

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  2. Ahora no soy Aurora, solo quiero deciros que me encanta lo que hacéis, esta experiencia será inolvidable, pero sobre todo que el hecho de que todo valla saliendo bien, no os haga bajar la guardia, que seguro que se puede combinar con el disfrute

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