La última entrada nos quedamos en Bogotá, así que
continuemos…
Nuestra estancia en la capital no empezó con buen pie,
llegamos al hotel y no nos habían guardado la habitación que pedimos y nos
dieron una con dos camas individuales y sin baño… aceptable si no fuera porque
había dos baños para todo el hotel e íbamos a estar 6 días, además había muchísimo
ruido, internet iba fatal y hacia frio… no nos gustó nada! Además se le añade
que el hotel estaba en la ciudad que estaba… Bogotá, y es de momento la peor en
la que hemos estado, sucia, insegura y con el mayor número de personas de todo
tipo pidiendo comida que hemos visto en el viaje (te abordaban constantemente,
con aspectos de los más diversos y lo que más nos sorprendía que muchos no
pedían dinero (que es lo habitual) sino que pedían comida, no estuvimos muy cómodos
allí).
A parte de estas cosas, la ubicación del hostal era
perfecta, ya que tenía cerca todo lo importante, especialmente la Biblioteca
donde pasamos 2 días enteros, desde que abrieron hasta que cerraron, fue
bastante útil; de hecho era la única biblioteca que hemos pisado en Colombia.
También pudimos visitar el Museo de Botero, de la Moneda y el de Oro; además de
pasar un día en una población cercana visitando la Catedral de Sal (una mina de
sal que en su interior han construido una iglesia bastante espectacular, junto
con un bar, tiendas de suvenirs y una sala de conferencias donde pasan videos
de la historia de la mina; todo esto a 180 metros bajo tierra). El último día
lo dedicamos a visitar un par de mercadillos que nos había aconsejado Adrián en
diferentes zonas de la ciudad y a estudiar en el hotel.
Para finalizar nuestra gran experiencia en el hotel, al
irnos pedimos un taxi en recepción (algo
que aconsejan constantemente, antes de pararlos en la calle, y sobre todo no
subir en coches no oficiales) pues eso, que pedimos un taxi y nos viene un
hombre con coche viejo amigo del de recepción… Así que al poco de subir nos
sentimos incómodos y bajamos buscando un hotel dónde nos llamarón a un taxi de
verdad.
Nuestra siguiente parada fue Barichara,el pueblo más lindo de Colombia (o eso decía la guía
y algún lema de la ciudad) es famoso porque se han rodado alguna película de
Hollywood y varias telenovelas; la verdad que la fama la tenía merecida, era
muy bonito, limpio y tranquilo. Llegamos a medio día y nos fuimos al anochecer
del día siguiente, pensábamos que sería poco, pero fue suficiente para ver el
mirador, las distintas iglesias que había y tomar un algo en casi todos los
bares que vimos. Pero todo esto no fue lo mejor de este pueblo, lo mejor fue
conocer a una familia catalana que llevan viajando 17 meses!!!!!!!!!!!! Y le
quedaba 1 más. Todo esto con sus dos niños de 7 y 5 años!!!!!!!!!!!!!!!!! (me
aposté con Sonia que tenían una web y efectivamente, esta es www.voltaalmon.cat ) Estaban dando una vuelta al
mundo, además visitaban colegios y enseñaban ellos mismos a los niños con ayuda
de los profes desde Manresa. ALUCINANTE!!! La niña levaba una tercera parte de
su vida viajando!!!! Y había cumplido 2 cumpleaños por el mundo, uno de ellos
aquí. Pasamos un viaje de una hora con la niña en brazos, porque no había sitio
en el bus, y nos explicaba anécdotas de Vietnam, India, Singapur, Malasia, Perú,
Bolivia….
Después de este sorprendente encuentro nos fuimos con un bus
de 14 horas a Taganga (nuestro primer contacto con el Caribe), fue un poco
decepcionante, ya que había muchísimo turismo, varias discotecas y la playa
abarrotada, nos lo imaginábamos diferente, aunque fue bien ya que iremos de
menos a más… El día fue de playa y piscina del Hotel, y por la noche fuimos a
tomar un par de copillas por el paseo, pero hacía muchísimo viendo, así que no
llegamos a emborracharnos que era el objetivo…
La siguiente entrada será en breve explicando el pueblo
donde estamos ahora y la visita de Cartagena.
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